¿Qué es la Odontología General?
La odontología general es una parte de la odontología encargada de realizar los tratamientos generalmente más conservadores dentro de la odontología. Es por tanto la encargada de solucionar los problemas primarios que tienen que ver con la boca, dientes y otras estructuras relacionadas, representando la mayoría de los casos el contacto inicial del paciente con el profesional de la odontología.
Entre los tratamientos principales que suelen cursarse en la odontología general es el tratamiento de caries mediante obturaciones, aunque también existen otros tratamientos comunes dentro de esta rama como son incrustaciones, reconstrucciones de piezas dentales, selladores, etc.
Obturaciones
La obturación es un modo de reparar un diente dañado por caries y devolverle su función y forma normal. Cuando el odontólogo realiza una obturación o restauración, primero retira el material cariado, limpia la zona afectada, luego rellena la cavidad con un material de restauración.
Al cerrar espacios donde las bacterias pueden alojarse, la restauración ayuda a evitar futuras caries. Los materiales utilizados pueden ser oro, porcelana, resina composite (restauraciones del mismo color del diente), y amalgama (aleación de mercurio, plata, cobre, estaño y a veces zinc).
¿Qué es una caries?
Los dientes están recubiertos de un esmalte especial que los protege de cualquier agresión externa. Cuando esta capa va desapareciendo progresivamente por su descalcificación, deja de protegerlos y permite a los gérmenes presentes en la boca que puedan atacarlos.
El principal culpable de la caries es una bacteria llamada Streptococcus mutans (o S. mutans). Esta bacteria se transmite de la saliva de la madre o cuidadora al niño durante sus 30 primeros meses de vida y reside en la dentición, por lo que al menos el niño debe tener un diente para que se produzca la transmisión efectiva. La bacteria se alimenta de sucrosa y produce ácido como subproducto, degradando con ello el esmalte dentario.
Los dientes están recubiertos de un esmalte especial que los protege de cualquier agresión externa. Cuando esta capa va desapareciendo progresivamente por su descalcificación, deja de protegerlos y permite a los gérmenes presentes en la boca que puedan atacarlos.
El principal culpable de la caries es una bacteria llamada Streptococcus mutans (o S. mutans). Esta bacteria se transmite de la saliva de la madre o cuidadora al niño durante sus 30 primeros meses de vida y reside en la dentición, por lo que al menos el niño debe tener un diente para que se produzca la transmisión efectiva. La bacteria se alimenta de sucrosa y produce ácido como subproducto, degradando con ello el esmalte dentario.
Varios factores pueden producir la caries dental. La principal causa es una alimentación rica en azúcares que ayudan a las bacterias a corroer el esmalte, aunque, dependiendo del tipo de azúcar, su incidencia varía. Otras causas son una mala higiene dental, la ausencia de flúor en el agua y la propia genética, que como se ha demostrado provoca la aparición de caries en algunos niños especialmente sensibles a pesar de seguir unos hábitos profilácticos correctos.
Si bien la bacteria S. mutans es la principal responsable de la caries, se han encontrado otros factores que también muestran una inesperada correlación con este problema: complicaciones durante el embarazo o el parto, nacimiento prematuro o por cesárea, diabetes materna, enfermedades renales, incompatibilidades del Rh, alergias, gastroenteritis frecuentes y diarrea crónica. Además, una dieta rica en sal o baja en hierro y el uso de chupete parecen favorecer también la aparición de caries.